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Cuando la religión y el RPG japonés se hicieron uno
La serie Xeno, creada por Monolith Soft, ha dejado una huella indeleble en los corazones de los aficionados a los JRPG desde su nacimiento con Xenogears en 1998. A lo largo de los años, este multiverso (y nunca mejor dicho) se ha expandido con Xenosaga y Xenoblade Chronicles, tres títulos que, aunque aparentemente desconectados en sus historias y universos, comparten una profunda conexión a nivel temático, narrativo y filosófico.
Xenosaga es, sin lugar a dudas, una de las obras más intrigantes y profundas de la serie, con una narrativa que explora temas como la religión, la tecnología, la conciencia y el destino. A lo largo de sus tres entregas, el juego presenta un universo que no solo se siente vasto, sino también lleno de misterio, donde las referencias a obras filosóficas, mitológicas y literarias son omnipresentes.
Este proyecto llamado Operación KOS-MOS busca ofrecer una mirada profunda y apasionada sobre la serie explorando cómo cada título se conecta a través de sus elementos más sublimes y ocultos (también se tratarán Xenogears así como Xenoblade Chronicles).Ya sea analizando las complejas líneas argumentales o la intrincada evolución psicológica de sus personajes, el objetivo es descubrir lo que hace a Xenosaga un referente dentro del mundo de los videojuegos. Cómo su trasfondo está por encima de la gran mayoría de obras audiovisuales del mundo del entretenimiento.